No es la capacidad de afrontar problemas lo que decide la idiosincrasia filosófica de una persona o de una cultura, sino la capacidad para plantear cuestiones y afanarse en afrontarlas. Alguien con un talento enorme para la resolución de problemas filosóficos no llegaría a ser jamás un filósofo, ni pequeño ni grande, si no se planteara desde su intimidad algunas cuestiones y se involucrara sentimentalmente en su solución. ¿Pero quién no se ha planteado en algún momento de su vida preguntas como qué es el mundo, qué es la verdad, podemos llegar a demostrar la verdad de cualquier teoría, existe el progreso científico, y el progreso moral? Todos o casi todos alguna vez nos hemos planteado este tipo de preguntas filosóficas, y sin embargo pocos pueden presumir de ser filósofos.
Y es que el filósofo, si quiere arrojar algo de luz acerca a tales problemas, debe acometer otro tipo de cuestiones, más particulares y secundarias, pero igualmente relevantes. En efecto, enseguida decide adentrarse en las obras de los filósofos más grandes, confiado de que éstos le resuelvan aquellos problemas fundamentales que originariamente se planteó, le sobrevienen inevitablemente nuevas preguntas como ¿a qué se refiere Parménides con el término 'ser'?, ¿qué significa falsar una teoría?, ¿cómo actúa esa realidad metahistórica de la que hablan los marxistas en la historia?, ¿tienen razón sus detractores?... La tarea no es baladí, pues supone la apertura a los textos y a las ideas, a las proposiciones y a los argumentos, a ese mundo que Popper define como el mundo tres y que Borges representa con un libro que no tiene principio ni fin. Supone la apertura a la filosofía.
Fuente: Soplo de conocimiento
La filosofía es inherente y consustancial a la necesidad del hombre de explicarse a sí mismo. Y, tanto legos como profanos, nos hacemos preguntas, aunque por lo regular ignoramos que esas preguntas tienen un carácter filosófico. Como dice Proust. La filosofía es la cultura general. La filosofía científica vendría a ser una cultura particular que busca entender lo ontológico, epistemológico, metodológico y aplicativo de lo que los seres humanos producimos. Tanto en el mundo de las ideas, como su aplicación a una realidad concreta.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Orlando Tipismana Neyra
Lima - Perú
El mundo que no tiene principio ni fin.
ResponderEliminar¿ No es absurdo de pensar que el universo existe, de toda eternidad y en su inmensidad, únicamente para que algunas decenas de mil millones de hombres sobre un planeta único, la tierra, hayan podido, puedan adorar a Dios, incluso morir para Él ?
Paul Moyne
Muy buen articulo enhorabuena
ResponderEliminarsi es absurdo, pero en lo que no te detienes a reflexionar es algo, myy importante que dijo ese Dios que tu questionas el dice
ResponderEliminarLa Sabiduría clama por las calles, en las plazas hace oír su voz; llama en las esquinas más concurridas, a la entrada de las puertas de la ciudad, dice sus palabras.
y el universo que tu ves que es cualquier cosa para el es solo un clamor de la sabiduria, los espirales, los numeros, ect, ellos solo son ejemplos de eternidad que te gritan que lo eterno existe, pero el mundo si tiene su principio y su fin... Dios No!